No siempre conseguimos centrarnos en la vuelta de vacaciones. ¿Cómo hacer para que esa "operación retorno" no nos vuelva a pillar desprevenidos?
¡Hola a todos!
Pues sí, ya estamos todos de vuelta y seguramente algunos metidos hasta arriba de nuevo en nuestra vorágine. ¡Todos los años pasa lo mismo!
Seguramente, para hacer la cosa un poco más suave, muchos intentamos poner en práctica todos esos consejos y buenas intenciones de siempre por estas fechas: tomarlo con tranquilidad, empezar poco a poco, conservar alguno de esos sanos hábitos que hemos cultivado durante las vacaciones (pasear, algo de deporte, descansar un poco más, pasar un poco más de tiempo con la familia, arrinconar un poco el móvil…). Pero no siempre funciona ¿verdad?, quizá mejor dicho ¡casi nunca funciona!
No sé a vosotros, pero a mi esta “operación retorno” siempre consigue sorprenderme y pillarme desprevenida. Por mucho que crea que sé lo que me espera siempre hay algo más, un proyecto nuevo que me espera o uno que se ha complicado hasta el infinito en mi ausencia, los libros de los niños o el uniforme que no están listos, un cambio de jefe o de organización sorpresivo, una gotera que me espera en casa o cualquier lío familiar…
Aunque intento preparar la vuelta de vacaciones, esa "operación retorno" siempre me pilla desprevenida.
El caso es que en ese momento todas mis buenas intenciones saltan por los aires y me sumerjo de lleno en el caos habitual de mi vida, de forma que vuelve de nuevo esa sensación de aceleración, incluso de ansiedad, ese nudo en el estómago… y sobre todo esa sensación de insatisfacción, casi de disgusto al decir ¡Ya estoy otra vez igual!
¡Este año te propongo algo diferente!, podemos probar a gestionar esta operación retorno de otra forma: sin expectativas ni ideas predeterminadas, sin intentar retener lo que fueron esos días de vacaciones ni resistirnos a lo que viene…. Sencillamente permitir que las cosas sean como son.
La multitud de consejos que nos llegan, no están mal... pero este año te propongo algo diferente: sencillamente permitir que las cosas sean como son.
El cambio está constantemente en nuestras vidas, es algo natural y precisamente la resistencia a lo que viene es lo que nos causa ese desasosiego. Quizá podemos probar a tomar las cosas como vienen, sin darle vueltas ni buscarnos complicaciones añadidas. Una cosa detrás de otra, y si hoy no llego a más, mañana continuaré. Atentos a estar realmente presentes en lo que de verdad importa.
Y si aun así llegan el agobio, el estrés, la sensación de estar de nuevo desbordados… ¡No pasa nada!, también es normal. ¿Podemos darnos cuenta, hacernos conscientes de ello, PARAR y darnos unos momentos para respirar? Quizá podemos sencillamente darnos un tiempo, caer en la cuenta que es algo natural, que pasará, que tendré momentos mejores y peores porque en eso consiste nuestra vida. Todos los años es igual y siempre seguimos adelante y salimos de ésta… también un paso atrás y un poco de perspectiva ayudan.
Tengamos en cuenta que el cambio es algo natural en nuestras vidas, y que el desasosiego vienen de la resistencia al cambio. ¿Podemos parar, ser conscientes y respirar?
Y precisamente en esos momentos me recuerdo que no es tanto lo que pasa, sino cual es mi actitud ante ello, como lo tomo y lo enfoco. ¿Puedo tomarlo con naturalidad, ser positiva y constructiva? ¿Dejar que las cosas sucedan y “surfear” las olas de mi vida de la mejor forma posible? ¡Esta operación retorno es el momento ideal para comenzar a entrenar!
Tenemos en nuestra mano muchas más posibilidades de lo que creemos. ¿Lo intentamos?
¡Un abrazo y seguimos hablando!
Angela Larrubia Ansón - Mindfulness Vida y Salud
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